Hipotonía:
prolapsos, incontinencia urinaria o fecal. El objetivo es mejorar el tono y el automatismo del suelo pélvico, volviéndolo funcional.
Hipertonía:
dispareunias o dolor en las relaciones sexuales, vaginismo, dolor pélvico crónico, prostatitis crónica. El objetivo es concienciar al paciente del estado de contracción permanente de su suelo pélvico y trabajar la relajación.
Insomnio, TDAH, dolor crónico, trastornos de ansiedad, entre otros muchos.